Archivo de la categoría: literatura

Dile adiós a la Web que amas (o por qué implementar DRM en HTML5 equivale a eso)

La Web que amas es una red que une a cientos de millones de personas de todo el mundo en tiempo real, sin importar las diferencias de cultura, religión, raza, edad ni desde luego la distancia. ¿Cómo es posible que en sólo unos años se haya creado una red que une prácticamente a cada habitante de la Tierra saltándose las barreras de la lengua, la religión, las diferencias culturales y de todo tipo que existían hace solo unas décadas?

http://www.junipergallery.com/

La respuesta es sencilla y tiene un bonito nombre: hipertexto [1]. El hipertexto es el sistema que permite que las páginas se enlacen unas con otras, integrando todo tipo de contenidos digitales (fotos, audio, vídeo, hojas de cálculo, etc.) con independencia de cual sea tu ordenador, tu sistema operativo o tu navegador. Además del hipertexto es preciso que los protocolos que gobiernan Internet (el sistema que permite que los ordenadores hablen entre sí) no discrimine a los usuarios por razones económicas, culturales, etc. Hasta el momento la cosa ha ido bien en este sentido.

Si  uno lo piensa bien parece casi milagroso (un milagro de la ingeniería de software) que mientras tus programas quedan frecuentemente inútiles u obsoletos al pasar de una plataforma a otra (mac, windows, Linux), de un sistema a otro, o incluso entre distintas versiones del mismo sistema, los contenidos de la Web funcionan en decenas de miles de combinaciones de ordenador, sistema operativo y navegador por todo el mundo. El hipertexto que ha hecho posible esta especie de milagro se llama HTML.[2]

Naturalmente el HTML ha ido evolucionando, y con cada nueva versión se han introducido mejoras, siempre basadas en el principio de que la Web debe permitir una comunicación universal, no limitada por los intereses de las empresas, los gobiernos, los grupos de presión o los delincuentes y terroristas de cualquier laya. En la actualidad usamos la cuarta versión de HTML, pero se está estudiando una quinta, que se llamará naturalmente HTML5.

¿Quién decide cómo tiene que ser el HTML, qué necesita y qué le sobra? Por fortuna eso lo hace un grupo de expertos comprometidos con su misión, no un gobierno ni un grupo de representantes de la industria de las telecos o de los «contenidos». Esta comisión es el WWW Consortium y está presidido por Tim Berners-Lee, el «inventor» de la Web. HTML5 incorporará importantes actualizaciones que harán posible nuevas formas de integración de contenidos, una mejor adaptación a los dispositivos móviles, etc. Todo estaría muy bien si las reformas del HTML fueran una mera cuestión técnica como fundamentalmente han venido siendo hasta ahora, pero aquí es donde debemos hablar de un tipo completamente distinto de propuestas que pueden cambiar completamente la red tal y como la conocemos: se le conoce por sus siglas, DRM.

Image

El 5 de febrero de este año tres grandes empresas del sector (Microsoft, Google y Netflix) propusieron ante el grupo de trabajo que se encarga de estudiar las mejoras del HTML (el HTML Working Group) algo inusitado: incorporar al propio lenguaje de hipertexto un sistema de restricción de acceso a ciertos contenidos portegidos con copyright (lo que genéricamente se designa con las siglas DRM de Digital Right Management).[3] Dicho de otra dforma, lo que pretende la propuesta es hacer que en el propio lenguaje de Internet, en su ADN, por así decirlo, se inocule un sistema que impida el acceso a ciertos contenidos de las empresas si el usuario no ha pagado por ello.

Parémonos un momento a considerar el asunto: no se trata de que las empresas quieran defender sus legítimos derechos: eso se hace mediante las leyes, los tribunales, etc. No se trata de ampliar o mejorar el acceso a los contenidos (todo lo contrario, el acceso se restringe hasta poder hacerlo imposible). No se trata de incorporar una inovación tecnológica que permita acceder a nuevos tipos de contenido. No es un simple sistema de encriptación de datos o una forma de ofrecer pago por servicios (todo eso ya existe y se puede desarrollar de muchas otras maneras). No, no es nada de eso.

La propuesta de introducir el DRM en HTML5 supone que el propio lenguaje de la Web, la base de su existencia, incorporará en su diseño mismo un sistema que impida a los usuarios el acceso a ciertos contenidos a los que la industria (los gobiernos, distintas asociaciones) solo dará acceso a cambio de exigir de los usuarios un nuevo peaje (algo parecido a la televisión por cable)

¿Alguna vez te has sentido irritado por tener que ver los anuncios de un DVD? Eso es el DRM. ¿Alguna vez te has preguntado por qué no puedes saltarte una parte de una película? Eso es el DRM. ¿No te parece inaceptable que no puedas ver el DVD que te compraste en Brasil en cualquier otro continente? El DRM es lo que lo permite. ¿No entiendes por qué si te compraste un libro en Amazón, o una canción en el AppleStore no puedes leer el uno o escuchar el otro en un dispositivo que no esté fabricado por (o bendecido por) quien te vendió el libro o la canción? Pues eso es el DRM.

Image

Conscientes de que la propuesta levantaría ampollas en todo el mundo, quienes la presentaron se cuidaron bien de disfrazarla de otra cosa, y en el tercer párrafo de la propuesta afirman (excusatio non petita) que la especificación «no define una protección de contenidos o un sistema de DRM. Pero aunque técnicamente la propuesta no es en sí una propuesta de DRM, contiene todo lo necesario para que el DRM se implante en el lenguaje de la Web.

El sistema de protección de copyright que presenta esta propuesta es justo lo contrario de la Web que conocemos hoy. La Web es el sitio de libertad que todos amamos porque no la inventaron ni la desarrollaron las multinacionales de la música, el cine o los «contenidos culturales», ni las empresas de software o hardware. La web la inventaron y la desarrollaron unos científicos e ingenieros de software comprometidos con la promoción de la ciencia y la cultura en el mundo, no con la expansión de sus industrias y sus acciones a costa de los usuarios.

Todo esto puede dejar de ser así si permitimos que se incorporen los DRM al HTML5

Kiss your web byebye

Introducir el DRM en HTML5 hará que la experiencia de navegar por la red se parezca mucho más a visitar unos grandes almacenes, un centro comercial o un ministerio que lo que entendemos hoy por navegar en Internet.

QUÉ PODEMOS HACER

Lo primero que debemos hacer, claro está, es ser conscientes del problema y la situación, y extender esta vigilancia y nuestra más firme protesta en cualquier ámbito donde se nos pueda escuchar.

Para expresar de una forma clara e inequívoca nuestro rechazo podemos apoyar la campaña que está llevando a cabo en todo el mundo la Electronic Frontier Foundation We don’t want the Hollyweb. Firmando a favor de esta campaña estás dando lo que puede ser un paso importantísimo en la defensa de tus derechos y libertades y, en realidad, de los derechos Humanos en todo el mundo.

Pero este es sólo el primer paso. Este asunto es tan grave, y los riesgos tan evidentes, que es preciso llevar a cabo campañas de concienciación a todos los niveles. Tienes alguna idea para realizar esta campaña? Somos todo oídos!

NOTAS

[1] Parece mentira pero en la Wikipedia no existe un artículo en español para «hipertexto». Glups! Remitimos al artículo en inglés, más completo por ahora que el artículo en español.

[2] Como esto no es una clase sobre lenguajes de marcas no nos extenderemos en hablar del «otro» lenguaje (XML) ni de las variaciones de ambos.

[3] La descripción técnica de la propuesta está accesible aquí. Hay una excelente presentación de los problemas técnicos más graves en el blog de ManuSporny que es miembro del HTML Working Group.

//

//

21 comentarios

Archivado bajo bitTorrent, derechos de los usuarios de Internet, educación, education, free software, Internet, literatura, música, P2P, piracy, piratería, Propiedad intelectual, Stallman, torrentes

Las 10 diferencias más importantes entre las bibliotecas «pirata» y las bibliotecas oficiales

Como todos sabéis, en internet hay una cierta cantidad de sitios desde los que se pueden descargar libremente todo tipo de libros y revistas. Van desde lo más banal (a veces chabacano) hasta lo más excelente, técnico y erudito. Son librerías que ponen las obras más maravillosas, geniales o útiles de nuestra cultura universal al acceso inmediato de cualquier persona con acceso a internet, en cualquier momento, sin restricciones religiosas, de sexo o de condición social. Son las llamadas bibliotecas «pirata».

Imegen vectorizada. La imagen original en http://www.7headlines.com/story/show/1275/%E6%AD%8C%E8%88%9E%E5%8A%87+%E7%94%9F%E6%B4%BB%E6%9C%83%E8%AE%8A%E6%88%90%EF%BC%9F%E8%AE%93%E6%94%9D%E5%BD%B1%E5%B8%AB%E5%91%8A%E8%A8%B4%E4%BD%A0

Las bibliotecas «pirata» son usadas todos los días por millones de personas de todo el mundo: profesionales, profesores universitarios, maestros, alumnos de todas las edades, ingenieros, eruditos, ignorantes de toda laya, sacerdotes, compositores, aficionados, amas de casa, gestores, funcionarios, médicos… En absolutamente todos los órdenes de la sociedad, en todos los países del mundo (pero sobre todo en los más empobrecidos) estas biblotecas «piratas» han hecho posible un enorme avance en el acceso a la información científica, técnica y literaria.

¿Cómo se comparan estas bibliotecas pirata con las bibliotecas (y librerías) habituales, digamos las que existían a mediados del siglo XX? Tomando como ejemplo la biblioteca libre «Library Genesis» vamos a describir las diez diferencias más importantes que hay entre las llamadas bibliotecas o librerías «pirata» (como Library Genesis) y las bibliotecas oficiales, como la Biblioteca Nacional, la Biblioteca de tu universidad, colegio, ciudad o barrio.[1]

Estas son!

1. HORARIOS

  • Las librerías/ bibliotecas «pirata» están abiertas 24/7/365, salvo apagones o secuestros por parte del FBI o el servicio secreto de la dictadura correspondiente.
  • Las librerías oficiales abren por término medio 8 horas al día aprox. / 5 días a la semana salvo huelgas o conflictos laborales / Entre 2ypico y 3ypico días al año, según lo que se decida cada año en alguna reunión.

2. INTERFAZ Y CONSULTA

  • La interfaz de las librerías piratas está hecha para que descargues el libro que quieres.
  • La interfaz de las bibliotecas institucionales está hecha para que sepas «quiénes somos», «qué hacemos», «dónde nos puedes encontrar», «qué otros servicios damos», «qué puedes hacer si te quitan el carnet» y… sí, qué libros puedes venir a retirar en nuestro horario de apertura por el tiempo estipulado en las condiciones que debes saber.

3. STATUS JURÍDICO

  • Las librerías piratas son legales según el país.
  • Las librerías institucionales son legales por definición, salvo que se decida lo contrario por quien hace la definición de «legal».

4. FINANCIACIÓN

  • Las bibliotecas piratas son proyectos privados.
  • Las bibliotecas estatales/ públicas/ municipales etc. las pagas con tus impuestos, al margen de que las uses o no. Al margen de que cualquiera las use o no.

5. GESTIÓN ECONÓMICA

  • Algunas librerías/ bibliotecas pirata sacan dinero timando a los pardillos que pulsan ciertos enlaces y compran productos dudosos (no es el caso de Library Genesis!)
  • La mayoría de las bibliotecas institucionales no timan a los pardillos: son sus gobiernos los que lo hacen.

6. ACCESO

  • Cualquiera puede acceder a todos los fondos de las bibliotecas pirata, al margen del año o lugar de edición, editorial, etc.
  • Las bibliotecas institucionales te pondrán requisitos progresivamente más exigentes cuanto más interesante/ valiosa o nueva sea la obra.

7. LOCALIZACIÓN

  • Cualquiera puede acceder a todos los contenidos de las bibliotecas piratas desde cualquier lugar del mundo, con independencia de su nacionalidad, capacidad económica, raza, religión, etc.
  • Algunas bibliotecas institucionales imponen severas restricciones de acceso según la edad, sexo, religión etc, y prácticamente todas las imponen según la localización geográfica o adscripción institucional.

8. CONSTRICCIONES ECONÓMICAS

  • Las bibliotecas pirata se ven sometidas a las presiones de los lobbies y grupos de presión de la industria para que cierren.
  • La bibliotecas oficiales se ven sometidas a las presiones de los lobbies y grupos de presión de la industria para que compren libros a mayores precios, para restringir el acceso público y para dar distintos niveles de atención según el pago.

9: LIMITACIONES DE CONTENIDO

  • Las bibliotecas pirata son potencialmente ilimitadas en cuanto al contenido. Las limitaciones reales vienen dadas por la cuantía económica de las donaciones que reciban.
  • Las bibliotecas institucionales están severamente limitadas por razones de espacio físico, gestión burocrática, restricciones legales y reglamentarias, por su propia tradición institucional y por las limitaciones económicas de su presupuesto.

10. RELACIONES CON LOS PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO

  • Las bibliotecas piratas te permiten el acceso sin restricciones a las obras que ha financiado tu propio gobierno.
  • Las bibliotecas institucionales te ponen todas las restricciones posibles para el acceso limitado a las obras que ha financiado el mismo gobierno que pagas tú.

[1] Nos hubiera gustado usar como referencia la extinta «library.nu», pero fue cerrada por el gobierno ucraniano para intentar congraciarse con el gobierno norteamericano de Obama.

Deja un comentario

Archivado bajo bitTorrent, Creative Commons, derechos de los usuarios de Internet, educación, intellectual property, Internet, literatura, piracy, piratería, Propiedad intelectual, Uncategorized

Las alternativas de la Cultura Libre

La Free Software Foundation lanzó hace tiempo una campaña llamada «Defective by Design» que intenta ofrecerle al público un escaparate de las alternativas culturales que tiene a las distribuciones con derechos de copyright tradicionales. El resultado fundamentel de esta campaña es un boletín donde se listan los principales enlaces para acceder a todo este mundo de contenidos culturales con licencias alternativas (generalmente del tipo Creative commons). La mayoría de estos contenidos pueden ser disfrutados de forma gratuita (lo cual, obviamente, no está reñido con las donaciones), muchos de ellos pueden ser reutilizados en otros trabajos culturales (acreditando al autor original, claro) y algunos carecen de todo tipo de reserva sobre el uso que se les quiera dar (fuera, naturalmente del reconocimiento del autor original). Otros son contenidos de gran calidad distribuidos sin DRM, como los libros de O’Reilly.

Todos estos contenidos están organizados en tres secciones:
Audio: portales y tiendas de música con licencias CC o sin DRMs, sellos y artistas que distribuyen sus obras bajo licencias CC (incluyendo Nine Inch Nails, etc)
Textos: libros electrónicos, audio books, editoriales, colectivos de autores, etc.
Vídeo: programas libres para visualizar vídeo, repositorios de peliculas sin derechos de copyright o bajo licencias Creative Commons, plataformas de distribución de torrentes de vídeo, etc.

Deja un comentario

Archivado bajo bitTorrent, Creative Commons, educación, education, fuentes de información, intellectual property, Internet, literatura, música, piracy, piratería, Propiedad intelectual, Stallman, vídeo